Planean los disfraces en voz alta
prueban con vestidos, pelucas y sábanas
hermosos jóvenes se pintan heridas en el rostro
prueban con vestidos, pelucas y sábanas
hermosos jóvenes se pintan heridas en el rostro
las
mujeres se encrespan el cabello, cerúleas ojeras
los dientes negros,
vendajes sobre mutilados miembros,
provocan risa, dulces, borrachera.
Pero a los otros, a los que nos aburre eso,
a los que nos fastidia esa alharaca,
elegimos quedarnos, bueno o malo
con el disfraz que nos tocó en suerte.
Qué chiste puede traernos
añadir al cuerpo unas gotas falsas de
sangre
donde la postración hizo llagas,
o interminables vendajes
en los únicos huesos que no fueron ya rotos.
No señores, no.
Ustedes, a jugar a lo suyo:
el día más claro, los dientes perfectos, la
belleza.
Con las brujas, los deformes,
con los emisarios de la muerte,
no se metan.
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